Jardín del olvido.

Me dice que no quiere
le digo que te quiero,
no se quien viene
creo que el invierno.

Sé que vendrán vientos
pa follarme con la suerte
mientras busco tientos
pa echar a la muerte.

Creo que olia una fragancia,
antes de conocer tus besos
olor de tierna infancia,
ahora soy solo un preso

Preso en mis noches,
en el jardín de tu olvido,
dónde solo un fantoche,
riega un marchito olivo.

Cualquier Ciudad.

El mendigo de la calle muerto por sobredosis,
los chicos del barrio colocados en la barra de un bar,
un par de chulos en estado de psicosis,
una pareja aprendiendo a follar.

María cambiando sida por dinero,
la promesa del fútbol metida en la cocaína,
el ministro es un puto pajero,
el rey soñando con meterla en una esquina.

El clero desvirgando feligresas,
los niños dilatando las pupilas,
las niñas se visten de tigresas,
las madres pendientes de sus vidas.

La policía con su amable hostilidad,
los caciques negociando con narcos,
un yonki sin ninguna maldad,
el alcalde hasta el culo de fardos.

Esto puede ser cualquier ciudad.

Noche de Rock

Sonaba Rosendo en los portales de la luna.
Tu estabas sobre mi colchón de hierba desnuda.
Y el rocío mojaba tímidamente nuestros cuerpos,
borrachos, sin ropas y desprevenidos.
Tus sueños y los míos se lian en un papel,
y volvernos a reír una y otra vez.
Que bonito es vivir haciendo lo que quiero,
que bonito es quemar costo culero.
Voy a comerte el corazón,
perder el sentido y la razón.
Volar entre tus ramas y en alguna nota despertar al sol.
Si me esperas hasta el alba enseñarte lo que es el amor.
Mostrarle al firmamento la más bella estrella,
estrella que en mi mente la sin razón estrella
pequeñas dosis de locura y alguna que otra pella.