Pasos.

Polvo, sudor y ansias. Era todo lo que albergaba su ser. Polvo del camino que se pegaba a sus piernas, sudor fruto del incombustible sol que le atizaba a todas horas y ansias de llegar a una meta demasiado lejana e incierta. No sabía que fuerzas eran aquellas que le hacían dar cada paso. Pero solo paso a paso conseguía llegar a su meta. Kilometros y kilometros caían como un muerto sobre su espalda, pero no se detenía, aunque más de una vez llego a pensarlo. Cuanto más caminaba por el sendero más lejana parecía su meta. Arrastrándose como un caracol con la casa acuestas, durmiendo poco y mal consiguió un buen día llegar a su objetivo. Y la felicidad que le invadió en ese momento era incoparable a la lucha y el dolor que había sufrido en sus carnes para llegar a ese lugar. Paso a paso consiguió llegar al fin del camino pero entonces comprendió que esa no era su meta, si no el princípio de un camino mucho mayor...